¿Tus clientes siempre tienen la razón?

Uffff, menuda preguntita, ¿eh? En este artículo vamos a dejar de lado tanta diplomacia y a dejar las cosas claras.

Es realmente imposible que tus clientes siempre tengan la razón… ¿Es que los clientes no son humanos? ¿Nunca se equivocan?.
Pues sí, se equivocan muchas veces.  
Se explican mal y hacen que te equivoques. 
Al menos a mí me pasa, mis clientes a veces no saben lo que quieren o cuando lo saben, hablan en otro idioma, por ejemplo, cuando no quieren un color dorado te dicen que no tire a rojo. ¿Te ha pasado verdad?.

Seguro que has oído mil veces lo de “a buen entendedor, pocas palabras bastan”. 
Es ahí donde está la clave. Puede que mis clientes no sepan expresar lo que quieren, pero yo sí tengo que saber averiguarlo y ayudarle a poder expresarlo con facilidad. 

Me pregunto la cantidad de veces que has tenido que tragar con situaciones embarazosas y agachar la cabeza para que el resultado sea que el cliente se va enfadado y no vuelva. 
Y también me pregunto cuántos clientes habrás perdido por defender la verdad, tu verdad y por demostrarle que fue él quien se equivocó. 
En realidad, da igual cuántas veces te ha pasado. Lo que no da igual es que esos clientes te han abandonado y con mal sabor de boca además y reconquistarlos, no será fácil. 
Lo que sí es sencillo es anticiparse a esta situación. Cuando identificas un cliente insatisfecho, aunque no tenga razón, tú debes hacer que parezca lo contrario mientras buscas la solución. 
No sirve de nada debatir si tú o él, pero te diré algo que sí sirve. 
¡Hacer las cosas bien! Y ¿sabes cómo? Teniendo control y dominio sobre tus tareas. En tu caso, conocimientos técnicos que ofrezcan resultados seguros.

Venga, vamos con un ejemplo para que no digas que no te lo estoy poniendo fácil. 
Imagina que un cliente tiene cita para un servicio de corte y te ha pedido un estilo concreto, con bastantes detalles diferentes entre unas zonas y otras del cráneo.  
¿Por dónde empiezas? ¡¡Ay dios mío!! Llega el caos… 
Primero, organización, es decir, hacer tu propio esquema mental y esto se conoce como “hacer las particiones”. Y tú dirás, ya empezamos, otro cursito de corte. 
Pues no. 
Te equivocas, pero como eres un posible cliente te lo diré de otra forma para que parezca que tienes razón. 
Más que un curso de corte es un curso de “anticípate a los problemas”. 
Un curso en el que podrás garantizar que tus servicios de corte son realmente satisfactorios. 
Un curso con el que evitarás tener que hacer que parezca que el cliente tiene la razón tras un conflicto. 
Un curso con el que conseguirás fidelizar a tus clientes y conseguir nuevas recomendaciones. 
Un curso con el que verás cómo aumenta tu facturación.

 Sí, todo esto se ve reflejado tras realizar mi Masterclass Particiones en Peluquería: Transforma tu Técnica de Corte. Allí te explico con detalle por dónde empezar, cómo visualizar y qué procesos elegir para hacer que tus servicios tengan éxito.

¡Haz clic aquí y empieza a tener razón, pero esta de vez, de verdad!