Hazme lo que quieras, pero no me…

Que te voy a contar que tu no sepas ¿verdad? Igual si hay cosas que contar.

Por ejemplo, yo puedo hablarte de mis experiencias. Especialmente de cómo he aprendido de mis errores y cómo éstos, a su vez, han ayudado a otros profesionales.  
Hablar de los errores que uno comete no es fácil. Lo normal es buscar culpables en otra dirección. Es cierto que es el camino más fácil, pero también con el único que no se aprende nada.  
Si eres de los que tienen conciencia, probablemente este tipo de comportamientos no te dejarán dormir bien. Tardarás días en quitarte de la cabeza el enfado del cliente y ¿sabes por qué? Muy simple, como ya te he dicho, no eres un inconsciente y sabes que pudiste hacer algo, reconocer un error y ponerle solución. 
Ni te imaginas la cantidad de veces que me ha pasado hasta que cambié el chip y me dije a mi misma “¿de verdad era tan difícil darle la vuelta a la situación?” 
Lo de que «el cliente siempre tiene la razón», en mi opinión es debatible, pero si algo tengo claro es que hay muchas formas de hacer que lo parezca sin denigrar y ofrecer soluciones hasta que el cliente esté satisfecho.  
¿Qué más da de quién es la culpa? 
Una de las causas más habituales en la insatisfacción de un cliente es no ser capaces de cubrir sus expectativas.  
Vale, sí, ok, ahora estarás pensando, “hija, concreta un poco más” .
Lo de cubrir expectativas es un concepto muy amplio, pero si dejamos a un lado las cuestiones de atención y valor añadido, podemos ver lo fácil que es meter la pata.  
Piensa en la parte técnica… 
Ok, confirmamos que no haces trasquilones.  
Digamos que te has formado para ello y eres bueno con las tijeras, pero ¿siempre consigues hacer lo que realmente desea tu cliente? 
Una cosa es cortar centímetros de cabello y otra esculpir, crear volumen donde no lo hay, restarlo donde sobra, dominar la dirección y textura del cabello y muchas cosas más que representan el concepto de “corte de cabello”. 
Imagina ahora todo esto, intentando que resulte favorecedor. 
Todo un reto ¿no? 
Seguro que alguna vez has escuchado esto “Hazme lo que quieras, pero no me corte de largo, ni capas, ni flequillo, ni x, ni y, etc” 
En este caso, hagas lo que hagas no funcionará porque si te dejas llevar por lo que te está diciendo, en realidad no tendrías que hacer nada. 
Y seguro que también has escuchado frases como “quiero esto, como el de la foto”. 
Y tú te pones manos a la obra y tan contento, ¡lo has clavado” 
Sí, has hecho una buena fotocopia solo que el cliente no está satisfecho.  
No te has parado a reconocerle que no se parecen en nada. Incluso si se tratase de gemelos, tendrán características estéticas distintas. 
Y tú dirás, ¿y ahora qué? 
Pues después de muchos años impartiendo cursos, me di cuenta de la necesidad que había en el sector de la peluquería y decidí crear un curso muy especializado que diera solución a esta problemática tan frecuente con el único objetivo de que mis alumnos no imitasen mis movimientos con las manos si no que fuesen capaces de diseñar sus propios cortes y adaptarlos a las necesidades de cada cliente. 
El Entrenamiento Avanzado Mirror es el curso que necesitas para fidelizar a tus clientes. Se trata de un programa formativo compuesto por vídeos, documentos de información adicional, test de examen y actividades prácticas que supervisaremos juntos para ayudarte a mejorar. Y todo esto lo haremos cara a cara porque estaremos contigo en las diferentes tutorías en directo que llevaremos a cabo durante las 12 semanas de duración del curso. 
Haz clic aquí  para reservar tu plaza. Durante 3 meses pondré sobre la mesa todas las causas por la que tus clientes pueden abandonarte y compartiré contigo las claves que han hecho que a mí ya no me pase.