Prepárate porque si vas a leer esto, lo que voy a decirte no te va a gustar. Sí, es cierto que dicen que soy una persona muy empática pero esta vez hablaremos de verdades.
Estoy tan cansada como probablemente tú, de cursos milagro, de formadores súper premiados y de mega eventos/experiencias que se centran más, en el ego de quien lo imparte que en el hecho de que yo aprenda.
Cursos en los que tienes que memorizar lo que hace el súper profesor al que estás viendo y, con un poco de suerte y de autoestima, según cómo te hayas levantado ese día, ser capaz de recordarlo al día siguiente para imitarlo en tu salón y ¿sabes qué?, sin el mismo éxito.
¿En serio pensabas que, si apuntabas paso a paso el corte de pelo, al día siguiente a ti te iba a salir igual?
Déjame decirte la primera verdad, TÚ no eres Él y TÚ cliente, no es SU modelo, ¿lo pillas?
De verdad, existe otro mundo.
Un mundo en el que hay que saber el por qué para entender el cómo.
Dado que me has pillado en un día de sinceridad absoluta, te diré que a mí también me ha pasado, es más, esta situación me frustraba tanto que no solo no lograba fidelizar a mis clientes ni aumentar mi facturación en el salón, también empecé a NO DISFRUTAR de lo que hacía.
¿Quieres otra verdad?
¿Sí?
¡Hace mucho tiempo que dejó de pasarme!
Si en alguna ocasión hemos coincidido o has hecho alguna formación conmigo, habrás podido comprobar que ni soy marciana, ni tengo poderes sobrenaturales.
Si no me conoces de nada, te adelanto que es cierto, soy humana, como tú y para que veas que es cierto, voy a contarte mi historia…
Espera…
Un momento… Si estás pensando, “qué pesada, ahora me va a dar la charlita… con la de cosas que tengo que hacer” … Te diré que yo también así que, si no te interesa este tema, deja de leer y sigue con tu vida, no pasa nada. No me voy a enfadar ni pienso hacerte vudú. Cada uno a lo suyo y tan contentos.
¡¡¡Uy, veo que sigues ahí!!!
Entonces continuo, esto fue lo que pasó…
Un sábado, lo recuerdo perfectamente, una de mis clientas más fieles entró en el salón como hacía cada semana. En ese momento yo trabajaba en un reconocido y prestigioso salón de Madrid.
Debo decir que la relación entre ambas era muy buena y estrecha, probablemente como puedas tener tú con muchos de tus clientes y entonces pasó, sacó del bolso una foto. Si, una imagen. Fue ese el momento en el que su voz dijo esas 2 palabras “quiero esto”.
Ahí me di cuenta de que funcionaba como un autómata, como un programa de ordenador y, lo peor de todo, pensaba que tenía un gran nivel. Es cierto que no hacía trasquilones puesto que sabía cortar y me había formado técnicamente para ello, pero todavía no había encendido “el botón de comprender lo que hacía”.
Me encontraba en mi zona de confort y esa clienta me puso delante un reto que no sabía superar. Mi frustración fue enorme.
Después de más de 25 años como peluquera, sigo encontrándome a clientes en el salón que muestran la imagen de lo quieren y ojo, que esto irá en aumento.
Y lo que es más preocupante, tras más de 20 años como formadora, sigo encontrándome peluqueros que no saben por dónde empezar frente a este reto.
Si eres de estos últimos, no pasa nada, no eres menos que yo, ni te estoy juzgando. Es solo que yo lo aprendí antes que tú.
Y tú dirás, «vale, sí, tú ya lo sabes y yo no, ¿y ahora qué?».
¡¡Pues ahora sí es mi gran momento!!
Cuando me di cuenta de que no podía afrontar ese reto, comenzó mi obsesión por buscar una metodología que me diera la oportunidad de dar una solución a este problema que tanto me frustraba y que sabía que iba a volver a suceder.
Finalmente, tras muchos años de estudio, de ensayo, de error, pero sobre todo de mucho compromiso conmigo misma y con mis clientes, logré entender el por qué y, tras encontrar la respuesta, comencé a desarrollar el método que supuso un antes y después en mi carrera profesional.
Bla, bla, bla, otra vende humos, ¿verdad?
Si es lo que te ha parecido hasta ahora, deja de leer y sigue viendo tu serie porque sí, sí quiero venderte algo. ¿No pensarás que estoy aquí desinteresadamente, verdad?
Volviendo al grano, si quieres que tus clientes estén realmente satisfechos y sientan que han encontrado en ti su Santo Grial, puedes echarle un par de … lo que tengas y unirte al Entrenamiento Avanzado Mirror donde haré de ti un experto en aumentar tu facturación.
Sí, has oído bien, cursando este entrenamiento serás capaz de hacer cualquier corte, diseñarlo tú mismo y adaptarlo a cada cliente de forma única y esto se verá reflejado en el cierre de caja diario que tantos quebraderos de cabeza te daba.
Se trata de un programa formativo compuesto por vídeos, documentos de información adicional, test de examen y actividades prácticas que nuestro equipo supervisará para ayudarte a mejorar. Y todo esto lo haremos cara a cara porque estaremos contigo en las diferentes tutorías en directo que llevaremos a cabo durante las 12 semanas de duración del curso.
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